martes, 28 de diciembre de 2010

Gorillaz - "Shy-town"

Albarn grabó un disco con su iPad y lo entregó como regalo de Navidad. Gorillaz allá lejos y hace tiempo pero la concreción extrema del solipsismo musical de Damon Albarn nos obliga a volver sobre su material. Porque, sabrán, el tipo acaba de entregar a modo de obsequio navideño, The Fall, el álbum que fue compuesto en su totalidad en su iPad, utilizando diversas aplicaciones, mientras se encontraba de gira a través de los Estados Unidos y Canadá durante el otoño boreal pasado. O sea, en octubre. O sea, él, ensimismado, haciendo ruiditos con su coso. Y luego apurando la edición para que nadie le diga que "manoseó" por demás los temas. Igual, hay voces, hay guitarras, hay teclados y hay sintes posteriores, no se crean que no. Acá pueden ver el listado de los temas de lo que llaman "tour soundtrack", el detalle de cómo y cuándo fueron grabados y la posibilidad de escucharlo completo.

Aplaudir la (casi) autosuficiencia o indignarse ante la transformación profunda de los procesos de producción y distribución musical, lo que suceda primero. Les dejo una muestra y si les mola, se lo bajan.

“Los ojos de Clarence”, Los ojos de Clarence


La banda riojana Los Ojos de Clarence, integrada por :Raúl González (bajo y coros), Marcelo Pioli (batería), José Acosta (guitarras y coros) y Lucio González (guitarra líder y voz), grabó su disco en los Estudios El Pie y ya instauraron como leit motiv de su gráfica y logo al querido león de la serie retro Daktari.
Cabe destacar el dream team de esta grabacion con el “Colo” Parvex (Cordera, Coti y Axel) como técnico de grabación y Lucio Gonzalez como productor artistico en los estudios Valu Music de propiedad del Chino Asencio y masterizado en estudios 3:3:2 . También ya esta filmado el video de su primer corte “Hoy será mejor” bajo la dirección de Lucia Faure para Rock In Motion y Juan De La Fuente Mediavilla como productor general de su nuevo disco y director de la agencia de la banda.

Rio “Curvando el tiempo”

En su segundo disco, Río recorre un camino heterogéneo en el que, primando la música tecno, aparecen el rock, el folclore, una pizca de tango y hasta una canción con aires futbolísticos.

Para entender la naturaleza de este trío santafesino hace falta remontarse al comienzo de los 90, donde su cantante (Sebastián Cúneo) lideraba Psycho, un conjunto con claras influencias de Erasure.
“Curvando el tiempo” tiene la esencia de ese pop ochentoso pero también le suma algunos elementos sonoros que por momentos resultan excesivamente confusos como en el caso de “No te soporto” que se sitúa entre el rock y una hinchada de fútbol; o el (tras) paso fugaz entre el pop y el folclore en “Cae la noche”.
Los puntos más interesantes del álbum se encuentran dispersos: al comienzo en “Tres minutos” (donde ahí se siente el camino que Río debería profundizar), por la mitad con la tecno-cumbia “Iguazú” y la esperanzadora “Cien vueltas alrededor del Sol” y llegando al final con una interesante mezcla de “Police on my back” de The Clash y “Dear Prudente” de los Beatles.

“Voy a pasar a buscarte”, el DVD de Viticus

La banda formada por Vitico, el bajista de Riff, junto a sus hijos y amigos lanzó su primer DVD, grabado en vivo el 12 de junio en La Trastienda.

La producción fue dirigida por Pablo Goitisolo, coordinada por Sebastián Bereciartúa y el show fue grabado en vivo por Gonzalo Villagra.
Según Mr. Vitico, “el DVD se grabó y se mezcló a cómo suena la banda. Sin retoques, sin trampita… así suena Viticus en vivo. Hemos puesto toda la carne al asador con ésto, buscamos una buena tapa y una buena producción”.
Dentro de los 17 temas que tiene el trabajo se encuentran una versión “Ruedas de Metal” (del disco de Riff del mismo nombre, del año 1991) cantada por el Chizzo Nápoli y “Macadam 3, 2, 1, 0″, cantada por Luciano Napolitano. Con un final a toda orquesta con 5 guitarras, con Chizzo, Luciano, Arito, Sebas, Nico, Jero y Viticu. “Misteriósamente… 5 guitarras suenan bien!”, nos resume Vitico.
Además del show, el DVD cuenta con 5 videos adicionales filmados durante los últimos 3 años en giras que el grupo hizo por La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Cosquín y la grabación de “Viticus III”.

OK Computer: entre el escape y la libertad

El clásico de Radiohead fue elegido el mejor de los últimos 25 años por la revista Q; un análisis profundo sobre un disco escapista. Además de ser el más reconocido de la banda y el más emblemático de su carrera, OK Computer funciona como el más profético de todos los trabajos de Radiohead. Muchos de sus temas nos hablan de la desconexión cotidiana y el aislamiento del entorno, dos de las obsesiones de Thom Yorke y compañía que se agudizarían, justamente, por obra y gracia de la recepción que tuvo este disco. Más allá de haber sido elegido casi unánimemente como el mejor de 1997, OK Computer es, por sobre todas las cosas, un disco sobre el escapismo (como casi todos los discos de Radiohead). Y si hablamos de escapismo, el primer tema a mencionar es de "The Tourist", suerte de coda del álbum, compuesto por Jonny Greenwood. Si bien éste alude más a la inconciencia en el proceder cotidiano y la poca atención que le prestamos a vivir disfrutando por sobre vivir a secas ("Not living, just killing time" cantaría Thom en "True Love Waits"), el sentimiento que parece sobrevolarlo es la fobia de convivir en un mundo donde el hombre no se detiene a pensar y está completamente removido de lo que sucede a su alrededor: "Sometimes I get overcharged, that's when you see sparks". Para poder hablar de esto, Greenwood se puso en actitud contemplativa, como si estuviera sentado en una plaza mirando a la gente ir y venir, casi como si él no formara parte del cuadro. De igual manera, "Karma Police", independientemente del mensaje sobre el "Fridge Buzz", sobre las radios que no están en sintonía, sobre esa misma inconexión, vuelve a ese hombre sentado que ve pasar las cosas sin poder aprehenderlas y asumiendo una derrota temporal: "For a minute there, I lost myself".
Otro cuadro es pintado en el disco y es el de la vida suburbana perfectamente concebida de "No surprises". Aquí el concepto de escapismo está trabajado, fundamentalmente, desde los coros. Lo que en la literatura funcionaría como una oración parentética - generalmente reducida al segundo plano del significado - aquí Radiohead lo hilvana con el mensaje principal en el momento culmine de la canción. De este modo, el "No alarms and no surprises" se vincula en armonía con el "Let me out of here, please". ¿Esto que implica? Acaso que el pedido de escape, al haber sido reducido a un segundo nivel (el de los coros, para muchos imperceptible e inatendible) es lo que menos pesa en el mensaje general. La domesticación pudo haberle ganado a las ganas de escaparle a ésta.
Sí, claro. OK Computer tiene esa mirada obsesiva de Thom sobre las conductas humanas, como en "Paranoid Android" logra resumir toda una postura con tres palabras: "Gucci Little Piggy". Si, claro. OK Computer revisita el miedo de Yorke a los autos ("Airbag") y habla del amor como desesperación ("Climbing up the Walls") y del amor como salvación (esa suerte que puede cambiar en "Lucky"). Sí, claro. OK Computer fue, es y será todo eso. Pero ante todas las cosas, es un disco que se escapa del conformismo y que, en esa suerte de decálogo que es "Fitter Happier", describe una vida ordenada que da miedo. Porque nadie quiere convertirse en un cerdito, encerrado en una jaula, bajo el efecto de los antibióticos. Pero todos sí, alguna vez, hemos deseado que nos crezcan alas. OK Computer, trece años después, sigue mirando a la libertad de frente.

Almafuerte, Vox Dei, El Reloj y Dulces 16


Las cuatro bandas se unieron en el estadio cubierto Malvinas Argentinas para despedir el año con un festival de rock pesado. Si sumáramos las trayectorias de Almafuerte, Vox Dei, El Reloj y Dulces 16 serían más de 100 años de rock. Tendríamos que hablar de "precursores". Vox Dei se fundó en 1967 y fueron los primeros en mezclar canciones rockeras con pasajes de La Biblia. El Reloj fueron los pioneros del metal argentino, propiamente dicho (el primer simple data de 1973). Dulces 16, durante los '80, se ganaron el mote de primera banda de rock stone -sin banderas, ni bengalas- cuando Pity Álvarez todavía gateaba y el cantante de La 25 era un espermatozoide con Toppers. Y Almafuerte, bueno, todos sabemos lo que significa la figura de Ricardo Iorio para los abanderados del género. "Lo más grande del heavy nacional", reza el cantito popular. Ni más, ni menos.

Los Dulces 16 abrieron la jornada cuando la sensación térmica en Paternal todavía rondaba los 30º. La gente se iba acercando con las remeras negras reglamentarias y la resaca de los festejos navideños. Algunos hacían la previa con Fresita y Ananá Fizz sobre la calle Gutenberg. El grupo liderado por Rudy Marcolongo y el Conejo Jolivet levantó con "Para tocar rock and roll" y "Ley del rock and roll", demostrando porqué son nuestros primeros Pomelos. Se los veía aceitados: tantos Makenas que hicieron este año de regreso dieron sus frutos. Volvieron a encontrarse con el rock clásico a tres guitarras. Pero metal, lo que se dice metal, nada. De todas maneras la gente los recibió bien y a más de un cuarentón se le piantó una lágrima recordando el B.A. Rock '82. Con El Reloj hubo un cambio musical notable, empezando por el doble bombo machacante. "Somos la semilla que germinó en toda esta movida metalera que está acá", comentó el Vikingo Martínez (voz) con orgullo. Y algo de eso había, sí. Lo mejor de su presentación fue "Blues del atardecer", tema que el propio Iorio reversionó en su disco solista del año pasado. Para el 2011 prometieron festejos por sus ¡40! años de carrera.
Vox Dei venía de perder a su baterista original (Rubén Basoalto) y, sin embargo, dieron un show irreprochable. "Jeremías pies de plomo", "Las guerras" y "Compulsión" fueron algunos de los momentos altos. La garganta de Willy Quiroga estaba en forma y la viola de Carlos Gardellini (¡Los Gardelinis!) sacó chispas en la jam de "Génesis". Para el final hubo un video recordando a Basoalto con la consigna: "Por siempre Pulpo". En su lugar estuvo Simón Quiroga.
Si bien las bandas aportaron peso histórico en esta velada, Almafuerte fue la que convocó al grueso del público. Iorio mostró todas sus facetas: el Iorio Nacionalista ("Patria al hombro"), el Iorio Camionero ("Convide rutero"), el Iorio Campestre ("Toro y Pampa") y el Iorio Cristiano ("si no hay amor, bajate", canta en "Debes saberlo"). Hasta tuvo tiempo para una humorada: "En la historia del rock los que menos cogimos fuimos nosotros, no se olviden". Fue un show de manual, con un Iorio apagado. "No todas las noches de los artistas son las mejores. Lo peor de ser viejo es acordarte cuando eras joven", se excusó. Iorio está más allá del bien y del mal: él sabe lo que envenena.
El repertorio tomó ribetes nostálgicos con el popurrí de Hermética y V8, que se paseó de "Vida impersonal" y "La revancha de América" a "Muy cansado estoy" y el himno "Destrucción". Una seguidilla explosiva, calcada del disco En vivo - Obras 2001, directo al corazón del metalero argentino. La despedida fue con "A vos amigo" y un abrazo simbólico entre las cuatro bandas, dejando en claro que las plateadas cruces de Black Sabbath y su resplandor siguen bien reivindicadas en estas tierras.